Oye, flor, préstame un pétalo,
quiero acariciar a un hombre con él.
También quiero un poco de tu frescura
para caerle de rocío encima,
cuando el camino lo canse,
cuando el miedo lo espante
y el frío lo agote.
Si se siente encerrado
dame tu esencia del campo,
pero si descubriese que me ama de verdad
te necesito entera.
Dame el polen para ser fecunda
y la arrogancia para ser coqueta
me voy a enterrar en tus raíces
y dormiré en el punto luminoso de tu cáliz.
Enciérrame en el dolor,
cúbreme de negro,
gime y calla conmigo
Yace aquí en las tumbas de los soldados
vistiéndote de todo el horror de la Tierra.
Quiébrate sobre el fango
de los cementerios de elefantes de marfil
Misericordia sobre la miseria
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