Tienes manos grandes,
acogedoras y fuertes.
Toman las mías con decisión
y me atraen hacia ti.
Nuestros rostros se acercan
y el contacto de esas manos
no me deja pensar,
no me deja respirar.
Manos de hombre fuerte,
ellas me desarman,
me dejan sin defensa,
me dejan sin razón.
Tómame de las manos
sólo una vez más
y ya no querré estar
en ningún otro lugar.
Septiembre de 2008