Mis neumáticos tragan kilómetros.
El pavimento les devuelve un ruido sordo de rechazo.
Piso a fondo el acelerador.
A quién le importa.
Me pregunto si en la próxima luz verde
a toda velocidad
me espera mi destino.
La clínica o la morgue.
A quién le importa.
Manejo sola por la madrugada
de las calles de Santiago de Chile
El MP3 a 47 dB
y la incertidumbre en la nuca.
A quién le importa.
Hoy pasé demasiado cerca
del bandejón central
en Padre Hurtado con Vitacura.
Casi lo cruzo, casi lo subo,
casi me elevo.
A quién le importa.