Yo no soy normal, sólo estoy aprendiendo a convivir con los tontos, con la amplia clase media que contruye castillos en el aire.
Tienen una vida interior tan pobre, que sería mejor que ni la tuvieran ¡un desastre! Caminan con anteojeras, hablando tonteras y lo peor de todo es que no pueden evitarlo.
Las religiones consisten en aplastar los instintos y matar esta vida.
La subjetividad, la verdad... vale la pena cuestionárselas, es casi lo único que vale la pena.
No quiero ser renacentista, prefiero ser medieval disfrazado.
Julio de 2008